Fotografía y perspectiva
La perspectiva es la forma de representar las tres dimensiones de la realidad en una superficie bidimensional o plana. Por tanto, la tridimensionalidad representada en dos dimensiones no es más que una ilusión óptica. La perspectiva es fundamental para transmitir la sensación de profundidad y distancia en una fotografía. El control de la representación de la perspectiva te será esencial, especialmente, en las tomas de paisaje.
Un punto de vista muy bajo, la disminución del tamaño del grosor de las líneas y la convergencia de éstas en un punto central, son los elementos básicos para la representación óptica de las tres dimensiones en esta fotografía bidimensional. El triángulo invertido que forman las copas de los árboles, recortadas sobre el cielo, también contribuye a concentrar la visión en el punto de fuga.
Representar la perspectiva
Una de las formas más evidentes de representar la tridimensionalidad, pero no la única, consiste en la disposición de los elementos en el espacio. En una fotografía y, por tanto, en una superficie bidimensional, se puede representar la perspectiva mediante tres grandes opciones:
La convergencia de líneas
Toda imagen se puede esquematizar en un dibujo de líneas (boceto). En muchas fotografías existen líneas que convergen en un punto; el llamado punto de fuga. El ejemplo más evidente de punto de fuga es el de los rieles del ferrocarril, en el que las vías parecen converger en un punto lejano. El punto de fuga puede parecer más o menos lejano en función del objetivo utilizado y del punto de vista.
Las líneas convergen en un punto de fuga, y éste puede estar situado dentro o fuera del encuadre. Un punto de fuga situado dentro del formato contribuye a que la mirada del espectador no "salga" de la fotografía, mientras que si éste se encuentra fuera, la mirada va más allá de la propia fotografía, sale fuera del marco de la fotografía.
Las líneas creadas por el estrecho paso, entre los árboles y la vegetación, dirigen la atención visual hacia el punto de fuga central. Este punto de fuga puede ser también, a pesar de la distancia, una excelente ubicación para situar un elemento que quieras otorgarle un protagonismo especial.Un punto de vista muy bajo, la disminución del tamaño del grosor de las líneas y la convergencia de éstas en un punto central, son los elementos básicos para la representación óptica de las tres dimensiones en esta fotografía bidimensional. El triángulo invertido que forman las copas de los árboles, recortadas sobre el cielo, también contribuye a concentrar la visión en el punto de fuga.
Representar la perspectiva
Una de las formas más evidentes de representar la tridimensionalidad, pero no la única, consiste en la disposición de los elementos en el espacio. En una fotografía y, por tanto, en una superficie bidimensional, se puede representar la perspectiva mediante tres grandes opciones:
- La convergencia de líneas
- La escala
- El tono y el color
La convergencia de líneas
Toda imagen se puede esquematizar en un dibujo de líneas (boceto). En muchas fotografías existen líneas que convergen en un punto; el llamado punto de fuga. El ejemplo más evidente de punto de fuga es el de los rieles del ferrocarril, en el que las vías parecen converger en un punto lejano. El punto de fuga puede parecer más o menos lejano en función del objetivo utilizado y del punto de vista.
Las líneas convergen en un punto de fuga, y éste puede estar situado dentro o fuera del encuadre. Un punto de fuga situado dentro del formato contribuye a que la mirada del espectador no "salga" de la fotografía, mientras que si éste se encuentra fuera, la mirada va más allá de la propia fotografía, sale fuera del marco de la fotografía.
La escala
La escala es el tamaño relativo que tienen los motivos en una representación gráfica. La disminución del tamaño es fundamental para representar la distancia a que éstos se encuentran de la cámara. Por ejemplo, un camino flanqueado por una hilera de árboles a cada lado, puede ser un excelente escenario para potenciar la perspectiva en una fotografía. El camino facilita una perspectiva con punto de fuga central. La disminución del tamaño de los árboles (escala), a medida que éstos se encuentran cada vez más lejos de la cámara, potencian la ilusión óptica de tridimensionalidad.
La disminución del tamaño del motivo, a medida que éste se encuentra cada vez más lejos de cámara, es otra de las fórmulas clásicas para mostrar y potenciar la perspectiva. Al fotografiar elementos que el espectador identifica claramente como del mismo tamaño, la variación en la escala (tamaño) permite expresar la ilusión óptica de tridimensionalidad.
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